Misericordia es cuando sentimos lástima o compasión por alguien que está sufriendo o pasando por un mal momento, y hacemos algo bueno para ayudarlo, como perdonarlo o darle apoyo. Es ser amable y ayudar sin esperar nada a cambio.
Jesús dijo: Felices son los misericordiosos, puesto que a ellos se les mostrará misericordia. (Mateo 5:7)
Si somos misericordiosos, entonces Dios nos mostrará misericordia. Si mostramos compasión por los demás, Dios tendrá compasión por nosotros.
Jesucristo lo explicó con una ilustración de la siguiente manera:
El Reino de los cielos puede compararse a un rey que quiso ajustar cuentas con sus esclavos. Cuando comenzó a ajustarlas, le trajeron a uno que le debía 10.000 talentos. Como el esclavo no tenía con qué pagarle, su amo ordenó que lo vendieran a él, a su esposa y a sus hijos, así como todas las cosas que tenía, para que se pagara la deuda. Pero el esclavo cayó a sus pies, se inclinó ante él y le suplicó: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. Esto conmovió mucho al amo, así que dejó que el esclavo se fuera y le perdonó la deuda. Pero aquel esclavo salió y encontró a uno de sus compañeros de esclavitud, que le debía 100 denarios. Él lo agarró y comenzó a estrangularlo. Le decía: ‘¡Paga todo lo que debes!’. Y este compañero suyo cayó a sus pies y le suplicó: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré’. Pero él no quiso escucharlo. Se fue y mandó que lo metieran en prisión hasta que pudiera pagar la deuda. Cuando los demás compañeros esclavos se enteraron de lo que había pasado, se disgustaron mucho y fueron a contárselo todo a su amo. Entonces su amo lo mandó llamar y le dijo: ‘¡Esclavo malvado! Yo te perdoné toda aquella deuda cuando me lo suplicaste. ¿No deberías haber tenido misericordia de tu compañero igual que yo tuve misericordia de ti?’. Su amo se indignó tanto que se lo entregó a los carceleros hasta que pagara todo lo que debía. Así es como mi Padre celestial los tratará a ustedes si no perdonan de corazón a sus hermanos”.