Una herencia es un regalo que los padres les dan a sus hijos. No es un regalo pequeño, como un juguete o un chocolate. La herencia es un regalo grande, como una casa o riquezas.
En la Biblia está escrito que: “Los hijos son una herencia de parte de Jehová” (Salmo 127:3)
Así que tus hijos son un regalo de parte Dios. Es verdad que al nacer son muy pequeños, pero en realidad son un enorme regalo. Un hijo o una hija es el regalo más valioso que puedes tener en esta vida. Disfruta de su compañía, disfruta de su aventura por la vida. Recuerda que estos momentos que estás con tu hijo o tu hija no se repetirán, pasarán tan rápidamente que será como un instante. Un día ya no estarás más con tus hijos, porque los hijos no se quedan para siempre con uno. Así que aprovecha cada momento que puedas para estar con ellos y deleitarte con su compañía.
Dales tu cariño, trata a tus hijos con ternura, no te enojes con ellos, ayúdalos a vivir.
Te recomiendo la alegría, porque no hay nada mejor que comer, beber y alegrarse; esto debe acompañarte mientras trabajas duro durante los días de vida que el Dios verdadero te da bajo el sol. (Eclesiastés 8:15)