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Ken Nottingham, es un empleado de la compañía General Motors en Indiana. Ken solía almorzar en la cafetería de la compañía y notó que la mujer que trabajaba en el mostrador siempre tenía mal ceño. Ella estaba preparando emparedados y pesando el jamón en una pequeña balanza. Ken se sintió como si fuera solo otro emparedado más.
Al día siguiente, Ken volvió a hacer la cola en la cafetería, pero esta vez se fijó en la etiqueta del delantal de la mujer y leyó su nombre: "Eunice". Ken le sonrió y le dijo "hola, Eunice" antes de pedir su emparedado. ¡Y adivinen qué pasó! Eunice olvidó la balanza y le puso una gran cantidad de jamón, lechuga y papas fritas. ¡Ken estaba tan sorprendido que no podía creer lo que estaba viendo!
Esta historia nos enseña que recordar y usar el nombre de alguien puede tener un gran impacto en cómo nos tratan las personas. El nombre es algo propio y exclusivo de cada persona, lo que significa que cuando alguien usa nuestro nombre, nos hace sentir especiales y únicos. ¡Es mágico!
Así que, niños y niñas, la próxima vez que vean a alguien, recuerden su nombre y úsenlo cuando hablen con ellos. ¡Verán que les hará sentir muy bien! Y no importa si eres un rey o una persona común y corriente, recordar y usar los nombres de las personas es importante para todos. ¡Nos hace sentir valorados y especiales!
Espero que hayan disfrutado de esta historia y recuerden la importancia de los nombres. ¡Hasta la próxima!