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Enojarse con los niños cuando se equivocan al leer puede ser perjudicial por varias razones:
- Puede disminuir la confianza y la autoestima: los niños que son reprendidos cuando se equivocan al leer pueden sentirse inseguros de sus habilidades y perder confianza en sí mismos.
- Puede desmotivar al niño: los niños que son castigados cuando se equivocan al leer pueden sentirse desmotivados para seguir practicando y aprendiendo.
- Puede dañar la relación padre-hijo: el enojo puede crear un ambiente negativo en el hogar y dañar la relación padre-hijo.
- Puede generar miedo a equivocarse: Si el niño se acostumbra a recibir enojo o castigos cada vez que se equivoca, puede desarrollar miedo a equivocarse y evitar pedir ayuda cuando la necesite.
- Puede afectar negativamente el aprendizaje: el enojo puede distraer al niño de la tarea de aprender y hacer que sea menos probable que retenga la información.
En lugar de enojarte con tu hijo cuando se equivoca al leer, es importante brindarle apoyo y aliento. Esto ayudará a que el niño se sienta seguro y motivado para seguir practicando y mejorando su lectura. Es importante enfatizar en la importancia de seguir intentando y aprendiendo de los errores.