El lobo y los tres cerditos

El lobo y los tres cerditos

Había una vez tres cerditos que vivían con su madre. Estaban felices y les encantaba jugar y explorar el mundo que los rodeaba.

Un día, su madre les dijo: "Queridos míos, es hora de que abandonen el nido y construyan sus propias casas. Tengan cuidado y estén seguros".

Los tres cerditos partieron hacia el mundo, ansiosos por construir sus propios hogares y comenzar sus propias vidas. El primer cerdito construyó su casa de paja, porque era fácil y rápido. El segundo cerdito construyó su casa con palos, porque eran fuertes y robustos. El tercer cerdito construyó su casa con ladrillos, porque eran los más fuertes y duraderos.

Un día, un lobo feroz pasó y vio a los tres cerditos. Tenía mucha hambre y quería comérselos para la cena. El lobo sopló y sopló, pero la casa de paja se derrumbó fácilmente y el primer cerdito se escapó.

El lobo luego fue a la casa de palos y sopló y sopló, pero la casa de palos también se derrumbó y el segundo cerdito se escapó.

Finalmente, el lobo llegó a la casa de ladrillos y sopló y sopló, pero la casa de ladrillos no se movió. El lobo no podía entrar y el tercer cerdito estaba a salvo.

El lobo se fue, refunfuñando y gruñendo, y los tres cerditos estaban felices y seguros en su casa de ladrillos.

La moraleja de la historia del lobo y los tres cerditos es que es importante estar preparado y tener cuidado al construir la casa para protegerse de posibles peligros.

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